Fisioterapia para la atrofia muscular

Atrofia muscular… ¿qué es?

Hablar de atrofia muscular es hablar de una pérdida o desgaste del tejido muscular y con ello de su fuerza y potencia. Si existe una pérdida de masa muscular, existirá una pérdida de la fuerza de dicho o dichos músculos.

Por lo tanto: la fisioterapia para la atrofia muscular ayudará a recuperar ese adelgazamiento y debilitamiento del músculo recuperando la capacidad funcional de la persona.

Causas de la atrofia muscular

• Fisiológica: Es la atrofia muscular por inactividad, por la falta de uso de ciertos músculos, que suele darse en personas sedentarias. Es la más fácil de tratar gracias a una buena rehabilitación y ejercicios adecuados.
• Patológica: Se debe a diversas enfermedades o en personas de edad avanzada como consecuencia del propio envejecimiento.
• Neurogénica: Es la más grave y suele manifestarse de forma repentina, produciéndose una enfermedad o lesión en los nervios que conectan los músculos. Puede aparecer como consecuencia de enfermedades tales como:
  • Esclerosis lateral amiotrófica.
  • Lesión de la médula espinal.
  • Síndrome de Guillain-Barré.

La atrofia muscular puede tener causas muy dispares y la fisioterapia para la atrofia muscular puede ser una gran aliada para combatirla. En la clínica las atrofias musculares que más tratamos son las generadas por:

• Vidas sedentarias y/o personas que permanecen muchas horas sentadas en el trabajo.
• Problemas de salud que limitan el movimiento tales como intervenciones quirúrgicas y largos periodos de reposo.
• Personas que están o han padecido algún proceso oncológico o neoplásico.
• Enfermedades degenerativas óseas como artrosis donde las personas ven limitada su movilidad por dolor y rigidez.
• Artritis reumatoidea.
• Enfermedades neurológicas.

Los síntomas de la atrofia muscular

• Falta de fuerza y debilidad muscular
• Dificultad para realizar ciertos movimientos
• Temblores y fasciculaciones
• Fatiga muscular
• Calambres y espasmos musculares
• Cambios en la postura
• Depende a la musculatura afecta puede disminuir el equilibrio y aumentar el riesgo de caídas

Diagnóstico de la atrofia muscular

En relación a la fisioterapia para la atrofia muscular, a veces únicamente con el examen visual y postural somos capaces de ver un adelgazamiento en la musculatura (ejemplo: personas operadas de menisco con debilidad de cuádriceps por tiempo prolongado de inactividad y sedentarismo). Además, el historial clínico y la anamnesis nos darán información para determinar un correcto diagnóstico.

Existen múltiples test que pueden ayudarnos a determinar la fuerza de un músculo,  siendo el método más conocido: LA ESCALA DE DANIELS.

Esta escala clasifica la fuerza muscular de 0 a 5 donde cada número representa un nivel diferente de capacidad muscular:

1. Contracción muscular mínima. El paciente puede generar una ligera contracción muscular, pero no hay movimiento observable.
2. Movimiento activo con la gravedad eliminada. El paciente puede mover la extremidad en un plano horizontal, pero la gravedad está eliminada.
3. Movimiento activo contra gravedad. El paciente puede mover la extremidad contra la gravedad en un rango completo de movimiento.
4. Movimiento activo contra resistencia moderada. El paciente puede realizar movimientos contra una resistencia moderada aplicada por el fisioterapeuta.
5. Movimiento activo contra resistencia completa. El paciente puede realizar movimientos contra una resistencia máxima sin fatiga muscular.

Esta escala nos permite como fisioterapeutas valorar la fuerza muscular de un paciente e ir observando y objetivando su progreso a lo largo del tiempo.

Por otro lado, en numerosas ocasiones, es imprescindible para ayudarnos en el diagnóstico contar con ayudar de profesionales médicos que puedan determinar la gravedad del proceso. Análisis de sangre, imágenes de resonancia magnética, estudios de conducción nerviosa o electromiografías pueden acercarnos al diagnóstico y con ello al tratamiento más oportuno.

¿Cómo se trata la atrofia muscular desde fisioterapia?

La fisioterapia para la atrofia muscular necesita de mucho TRABAJO ACTIVO por parte del paciente. Determinados ejercicios bien pautados y estudiados van a ayudar en gran medida a mejorar la potencia y fuerza muscular, por ello, es muy importante instruir al paciente de la necesidad de ser constante y seguir las pautas y consejos proporcionados por parte del fisioterapeuta:

• Entrenamientos de fuerza
• Ejercicios de control de peso corporal
• Ejercicios cardiovasculares
• Ejercicios de flexibilidad y elasticidad
• Equilibrio y coordinación

Además, existen diferentes aparatajes para estimular los músculos y ayudar a dotarlos nuevamente de su fuerza y capacidad funcional, como puede ser la electroestimulación, neuromodulación o la tecarterapia, que siempre serán más efectivos si los sumamos a un trabajo activo por parte del paciente.

En casos en los que existen lesión neurológica habrá que introducir lo conocido como Neurorehibilitación, que incluye diferentes tipos de terapias y disciplinas para reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Por lo tanto, la fisioterapia para la atrofia muscular trabajará manualmente los músculos evitando dolores y rigideces, ayudará a activar la musculatura y educará al paciente para que lo haga de forma activa, movilizará a nivel articular y muscular buscando la elasticidad y la flexibilidad e irá potenciando de forma gradual los músculos implicados.

Cabe decir, que llevar una alimentación adecuada y un buen descanso ayudará en gran medida a la recuperación del paciente y que la ayuda de otros profesionales sanitarios como entrenadores personales, nutricionistas y traumatólogos debe estar siempre presente buscando una recuperación global del paciente y de su lesión.