¿Qué es un desgarro muscular?
Últimamente mucha gente nos ha preguntado en la clínica cómo tratar un desgarro muscular. Antes de contestarles, tenemos que explicaros qué es un desgarro muscular, qué es una rotura fibrilar o qué es una sobrecarga muscular; hoy hablamos de todo ello.
Cuando hablamos de desgarro muscular nos referimos a la distensión de un músculo por estirar o contraer demasiado el tejido, pudiendo afectar tanto al vientre muscular (parte central de un músculo) como a los tendones (partes distales del mismo).
Hablar de desgarro muscular es hablar de rotura fibrilar. La rotura fibrilar como su propio nombre indica, es una ruptura de las fibras musculares de un determinado músculo, existiendo diferentes grados que veremos más adelante.
Por otro lado, la sobrecarga muscular se refiere a un exceso de carga o tensión en el músculo que se produce cuando las fibras musculares (partes de las que se compone un músculo) se ven sometidas a una contracción involuntaria y continuada. Suelen producirse por un exceso de actividad física, por la repetición excesiva del mismo gesto deportivo, por una mala ejecución de los movimientos o por la inexperiencia o mal administración de la carga.
En esta entrada al blog vamos a centrarnos en hablar sobre cómo tratar un desgarro muscular, sus causas, síntomas, grados y sobre todo; cómo la fisioterapia puede ayudar mucho a su curación.
¿Qué causas provocan un desgarro muscular?
Las tres causas principales que provocan un desgarro muscular son:
- Como consecuencia de un golpe directo que produce la ruptura de fibras.
- Estiramiento exagerado del músculo por encima de su capacidad natural.
- Por una contracción rápida y brusca del músculo (forma más habitual de sufrir un desgarro muscular).
Existen otras causas o factores que pueden llevar a un desgarro muscular:
- Desequilibrio muscular entre grupos musculares de funciones contrarias (bíceps-tríceps, cuádriceps-isquiotibiales…).
- Déficit de elasticidad que lleva a un músculo más rígido y con más riesgo de rotura.
- Alteración higiénico-dietética que hace referencia a un músculo deshidratado el cual está más expuesto a lesiones. El abuso de alcohol, drogas o corticoesteroides pueden llevar a una deshidratación grave y favorecer el desgarro muscular y la ruptura fibrilar.
- Desórdenes histo-químicos como alteraciones de los oligoelementos (calcio, potasio…) que son necesarios para el correcto metabolismo muscular y si hay un déficit pueden facilitar la lesión.
- Mala higiene postural, gestos deportivos incorrectos, mal apoyo o zapatillas inadecuadas para la práctica deportiva… son condicionantes que pueden llevar a un sobreesfuerzo muscular y posterior sobrecarga. Cabe decir que una sobrecarga repetida en el tiempo y con algún factor agravante puede conducir a un desgarro muscular.
- La falta de sueño, el descanso insuficiente y el exceso de entrenamiento afectan a la salud del músculo.
- Calentamiento insuficiente antes de la práctica deportiva.
Estos factores pueden conducir a la aparición de un desgarro muscular, por lo tanto, entre otros aspectos, debemos calentar antes de la práctica deportiva, desarrollarla con seguridad y conocimiento, descansar, hidratarse y alimentarse correctamente.
Debemos evitar que los músculos se fatiguen por el exceso de actividad física o por el contrario que estén débiles, respetando los tiempos de recuperación de los mismos y calentando siempre antes de cada ejercicio.
¿Qué síntomas provoca un desgarro muscular?
Para hablar de la sintomatología de los desgarros musculares tenemos que conocer los diferentes grados de lesión:
- Grado 1 o leve: Daños leves de las fibras musculares.
- Grado 2 o moderado: Rotura muscular parcial de las fibras musculares.
- Grado 3 o grave: Rotura muscular total de las fibras musculares.
Los grados van de menor a mayor gravedad. Un desgarro muscular leve tendrá un tiempo de recuperación menor que un desgarro muscular grave, donde la práctica deportiva deberá ser interrumpida durante un tiempo prolongado para asegurar la correcta recuperación del músculo.
El grado 1 lleva a una distensión muscular, es decir, a un sobreestiramiento de las fibras con daños leves en las mismas, mientras que en el grado 2 ya existe un desgarro o rotura parcial de las fibras complicándose en el grado 3 con una rotura total.

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Los principales síntomas de un desgarro muscular son los siguientes, siendo más severos y notables en un grado 3 que en un grado 1:
- Dolor
- Rigidez
- Inflamación
- Hematoma
- Limitación de la movilidad
- Reducción de la funcionalidad
Un grado 1 suele cursar con cierto dolor y rigidez pero generalmente el paciente puede llevar una vida normal y realizar actividad física de forma moderada.
En el grado 2 el dolor es más severo y existe generalmente rigidez e inflamación en la zona, empeorando el dolor con el movimiento y limitando la actividad (pueden existir hematomas en la zona).
En el grado 3 que es el más severo, el dolor es muy agudo e intenso, existe mucha inflamación, hematoma y existe una pérdida importante de la funcionalidad del músculo.
Los síntomas nos van a llevar al correcto diagnóstico, siendo de gran ayuda y utilidad la realización de una prueba de imagen como es la ecografía pero ver de manera más precisa el alcance de la lesión.
Cabe decir, que los desgarros musculares pueden darse en varios músculos del cuerpo humano, pero los músculos que con más frecuencia se lesionan son los biarticulares (músculos que unen y movilizan articulaciones), tales como: gemelos, sóleo, isquiotibiales, cuádriceps, bíceps braquial…

https://europeanwriterstour.com/images-2023/desgarro-del-m%C3%BAsculo-de-la-pantorrilla-moretones
¿Cómo tratar un desgarro muscular?
La fisioterapia es una gran aliada para tratar un desgarro muscular y su curación
Durante las primeras horas sobre todo, el reposo, la aplicación de hielo, la compresión de la zona y la elevación están indicadas (método RICE).
El reposo nos va a ayudar a la cicatrización de las fibras, el hielo y la compresión a reducir la inflamación así como la elevación facilitando el drenaje de la zona.
Tratar un desgarro muscular desde la fisioterapia es posible tras haber hecho una valoración y un diagnóstico correcto previamente. Durante el proceso de tratamiento, utilizaremos diferentes técnicas para trabajar la zona como:
- Diatermia o tecarterapia para ayudar a reducir la inflamación y facilitar la correcta cicatrización y reestructuración fibrilar.
- Masoterapia cuando sea posible para evitar la rigidez y tensión muscular.
- Ejercicios de movilización que favorezcan el correcto drenaje y la activación muscular de la zona.
- Ejercicios para trabajar la fuerza muscular de forma progresiva (siempre todo respetando los tiempos de curación y valorando la evolución de la lesión).
- Aplicación de vendajes con una finalidad determinada según el objetivo terapéutico que busquemos.
- Magnetoterapia para ayudar a reducir la inflamación y favorecer la regeneración del tejido.
- Técnicas invasivas con agujas en estadios más avanzados para buscar de nuevo el equilibrio muscular y la funcionalidad.
Estos son un ejemplo de técnicas indicadas para tratar un desgarro muscular desde la fisioterapia, pero algo que hay que tener muy en cuenta es la PREVENCIÓN.
Como hemos dicho anteriormente, realizar actividad física de forma controlada y segura respetando los tiempos de recuperación muscular es necesario para evitar lesiones como ésta, así como tener un correcto descanso, un correcto calzado, una buena higiene postural y ergonomía y una buena alimentación. Como bien dice el refrán: más vale prevenir que curar ☺
Fuentes:
https://www.bupasalud.com/salud/desgarro-muscular
https://clinicapoyatos.com/blog/desgarro-muscular-causas-sintomas-tratamiento-para-recuperacion-efectiva/
https://www.barnaclinic.com/blog/traumatologia-deportiva/2018/01/16/causas-rotura-muscular-lesion-dembele/
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